Hay que recordar que España registró el primer positivo en coronavirus el 31 de enero. Portugal lo registró el 3 de marzo. Las gestiones de los gobiernos de ambos países en esta epidemia han sido muy diferentes:
- El Gobierno español tardó 45 días en establecer controles fronterizos: lo hizo el 16 de marzo, cuando España ya llevaba 9.942 contagiados y 342 muertos.
- El Gobierno portugués tardó 12 días en establecer controles fronterizos: lo hizo el 15 de marzo, cuando el país llevaba 245 contagiados y ningún muerto.
- El Gobierno español tardó 41 días en suspender las clases en las escuelas: lo hizo el 12 de marzo por la tarde, y sólo a modo de recomendación, cuando varias autonomías ya las habían suspendido. España ya llevaba entonces 3.146 contagiados y 86 muertos.
- El Gobierno portugués tardó 13 días en suspender las clases en las escuelas: la suspensión entró en vigor el 16 de marzo, cuando el país llevaba 331 contagiados y ningún muerto.
- El Gobierno español tardó 43 días en declarar el estado de alarma: empezó el 14 de marzo, cuando ya teníamos 5.232 contagiados y 133 muertos.
- El Gobierno portugués tardó 15 días en declarar el estado de emergencia (allí lo llaman así): empezó el 18 de marzo, cuando Portugal tenía 642 contagiados y 1 muerto.
El resultado de esta gestión política tan distinta está a la vista: anteayer Portugal tenía 40 muertos por cada millón de habitantes, y España 326. Nuestros vecinos están entre los países de Europa con menor incidencia de esta epidemia, mientras nosotros somos el país con mayor incidencia del mundo.
Sin contar la recomendación del Gobierno español de que no usáramos mascarillas hasta la semana pasada.
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